Aunque vivimos en una sociedad estresante, en el momento actual, hay muchas más personas alteradas por diferentes motivos, es normal, está en juego la salud, la economía y el bienestar, no obstante, Lazos Valencia desea hacer un llamamiento a la calma. Porque la necesitas, tu mente la necesita, tu cuerpo también y las personas que te rodean necesitan verte bien para sentirse bien. De modo que hemos recuperado un poema del Dalai Lama sobre la calma que, al leerlo lentamente, sentirlo y reflexionar sobre su significado, te puede ayudar a recuperar tu paz interior y, por tanto, la calma que necesitas en este momento.
Se llama calma y me costó muchas tormentas.
Se llama calma y cuando desaparece…. salgo otra vez a su búsqueda.
Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.
Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.
Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.
Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar.
Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.
Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.
Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar…