Como seres humanos que somos, necesitamos relacionarnos, es importante sentir el apoyo y el afecto, nos gusta que nos presten atención y deseamos ser escuchados. No importa la edad, los niños, los adolescentes, los adultos y las personas de la tercera edad tenemos esa necesidad.
En algunas circunstancias o en alguna etapa de la vida, en concreto, la necesidad de ser escuchados es absolutamente prioritaria, y son varios los ejemplos que reflejan esta realidad, cuando existe una buena noticia, si debemos tomar una decisión importante, pero, sobre todo, en el caso que mayormente lo necesitamos es cuando se pasa por un mal momento y el pensamiento se vuelve tóxico y repetitivos en la mente y no nos permite avanzar.
En ese momento necesitarías fuerza para desahogarte y organizar tus ideas, pero esto no siempre es tan fácil. No siempre las personas que te rodean son las óptimas para permitir tu desahogo y, esa falta de escucha, hace que no puedas avanzar, que te sientas superado y que dejes que ciertas emociones y estados de ánimo se apoderen de ti y controlen tu pensamiento. Puede ocurrir que te falte concentración, que sientas amargura, angustia o soledad, puede que decidas optar por el aislamiento, e incluso, pueden aparecer la ira y la agresividad. Todo eso sirve para construir una bomba de relojería que puede hacer que caigas en una depresión o que llegues a un estado de ansiedad muy perjudicial tanto para ti, como para todas las personas que te rodean. Por tanto, necesitas elegir muy bien a la persona que te puede ayudar a desahogarte realmente.
También ocurre el caso contrario, tú, que sientes que necesitas contar tus problemas en voz alta para eliminar tensiones, pensar en voz alta y, en definitiva “vomitar” todos tus problemas, no sabes con quién hacerlo, porque te da vergüenza de que otra persona se entere de tus problemas o de cómo te va en la vida, porque no quieres preocupar a nadie con tus cosas o porque no te fías de si la otra persona le contará algo a alguien, porque no sabes si realmente esa persona te podrá ayudar y ello puede hacer que se frustre por no haber estado a la altura.
Tanto si no sabes a quién contarle tus problemas, como si no quieres implicar a nadie con ellos, la cuestión es que para empezar a solucionarlos y por bien de tu salud física y menta debes empezar dando el paso de desahogarte. De hecho, es de vital importancia que te sientas libre y decidido a transmitir a alguien lo que te ocurre, es imprescindible que descargues tu tensión emocional. De lo contrario, se alarga la agonía y empiezan a aparecer problemas psicológicos que pueden hacer que somatices algún tipo de enfermedad.
Si te encuentras en esa situación, nuestro consejo es que acudas a un profesional, y que le expongas tu situación y tus pensamientos al respecto, sin miedo ni vergüenza y te desahogues, lo primero que puede ocurrir es que desaparezca el desasosiego, consecuencia que facilitará que se ordenen tus ideas, que relativices tus problemas e, incluso, que llegues a encontrar la solución por ti mismo.
Lazos Valencia quiere ayudarte y, para ello, lanza una oferta, una sola sesión tiene el precio de 50€, sin embargo, te ofrecemos la posibilidad de un bono de 7 sesiones por 200€. Deseamos con ello facilitarte la oportunidad de que tu salud integral alcance niveles óptimos.
“Una de las cosas más gratificantes del mundo es encontrar con quién hablar de todas las cosas que te ocurren sin que sea incómodo”
