El otro día leyendo un post de un compañero psicólogo, en el que se trataba sobre la soledad elegida, nos vino una reflexión a la cabeza. Y es que, siempre que se habla de soledad, están las personas que la eligen, las personas que no la desean, las que desean encontrar pareja, las que creen necesitar pareja, las personas que pasan por fases sobre querer tener pareja y no querer tenerla, y finalmente, las personas que repiten mucho la frase “más vale solo que mal acompañado” que no expresan exactamente su opinión.
Bueno, que las personas prefieran estar solas que mal acompañadas, debería ser lógica pura, aunque desgraciadamente no siempre sea así. Pero, ¿y si cambiamos la pregunta?, y si la pregunta fuese ¿más vale solo/a que BIEN ACOMPAÑADO/A? Entonces, ¿cuál sería la respuesta?
Está claro que con respecto a la soledad hay muchas opiniones, pero la gran mayoría de la población desea compartir su vida junto a una persona con la que sumar, con la que tener complicidad, con la que compartir, una persona de la que enamorarse y sentirse apoyado, acompañado, y con unos objetivos de futuro en común, creciendo mutuamente, mientras se camina en la misma dirección.
Entonces ¿tú?, ¿qué responderías a más vale solo/a que BIEN acompañado/a?
