No puedo. No tengo tiempo. No tengo ganas. O como quedarte solo como un junco.

By septiembre 4, 2018 Lazos Valencia
” Los que emplean mal su tiempo son los primeros en quejarse de su brevedad”

                   – Jean de la Bruyere –

Se acaba el verano, se acaban las vacaciones y llega el otoño.
Cuando llega el otoño empieza otra vez la rutina, casi ya no nos acordamos del verano, perdemos esa sensación de relajación. El colegio de los niños, el trabajo, el día tan corto y con tantísimas cosas que hacer…¡ Qué stress !
Bien, pues habrá que hacer un alto en el camino. Yyy… deberemos replantearnos lo que podemos hacer para que el hecho de que haya pasado el verano, no sea una tragedia.
La vida sigue y debemos hacer lo posible para no pensar que la única estación del año para disfrutar sea el verano.
Es cuestión de saber priorizar.

De tener ganas y de no poner excusas.

Debemos seguir haciendo las cosas que hacen que la vida valga la pena y que hará que ni en el presente ni en el futuro te quedes solo como un junco.

“El día que comprendí que lo único que me voy a llevar es lo que vivo, empecé a vivir lo que me quiero llevar” . Grandes palabras para reflexionar…

¿ Cómo empezar a priorizar ? Muy sencillo.

1- Pensar en nosotros mismos. ¿ Se trata de ser egoístas ? Para nada. No hay que confundir pensar en  uno mismo que ser un ególatra redomado. Los adultos llevamos unas cargas muy importantes tanto laborales como familiares. Si nosotros no estamos bien, nada lo estará a nuestro alrededor. De modo que hay que buscar un momento del día exclusivo para nosotros. Debemos estar solos y disfrutar de esa soledad.

Leer un rato sin ruido. Buscar un momento para llamar por teléfono a un amigo/a, para ir a la peluquería, para hacer ese cursillo que nos gusta, para ver un museo, para meditar… Cualquier cosa que nos haga sentir que ese tiempo es nuestro y de nadie más. Sin móvil, sin prisas, sin agobios, desconectados del mundanal ruido… Y no vale la excusa de “Yo no tengo tiempo”, en la gran mayoría de ocasiones, lo que no tenemos son ganas… Y hay que recordar que si nosotros estamos bien, todo a nuestro alrededor estará bien. Por ello debemos dedicarnos tiempo.

Nuestro bienestar y nuestra felicidad se proyecta hacia las personas que nos rodean.

Después de encontrarnos con nosotros mismos el siguiente paso es:

2- Estar con la familia. Un tiempo considerable y de calidad. Escuchando a los demás, escuchando mucho,  empatizando e interviniendo de vez en cuando. Para establecer una comunicación de calidad.
La buena comunicación hace que las parejas, los hijos, los abuelos y cualquier persona que forme parte de esa familia sea más feliz. Y además lo proyecte.
Todos necesitamos atención y comprensión y afecto. Nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres, nuestros abuelos…

Aquí es cuando empezamos a pensar en los demás. Su felicidad es la nuestra. Y si no es así, entonces no existe la felicidad.

3- Mantener las relaciones sociales. Utilizar el teléfono y/o el cara a cara. NO VALE whatsapp ni el correo electrónico.
Un café, una horchata, una cerveza, una comida, una cena… Cualquier excusa para quedar con la gente que quieres y aprecias.

Sigue sin valer aquello de no puedo, no tengo tiempo, no tengo ganas. ¡ Las relaciones se cuidan ¡ Y eso supone tiempo y afecto. Y si no quieres seguir ese camino, serás una persona solitaria y sola. De esas que nunca sonríen por dentro y por tanto sus ojos no brillan.

” Cuánto menos se lleva a cabo, más corta parece la vida ”  Karl Wilhelm Von Humboldt

¿ Cómo disfrutar de los tuyos y además trabajar?
Lo mejor es hacerse un horario semanal y completar ese horario hasta un mes vista. Debemos tener en cuenta cualquier imprevisto y aprender a sustituir ese imprevisto por algo que llené a la otra parte, bien sea la pareja, los hijos, la familia, los amigos…
Por ejemplo, si ese día tenías una hora para pasar un/a amigo/a, la siguiente vez quedas dos horas.

La cuestión es que DEBE SER UN CONTRATO CONTIGO MISMO/A No vale cambiar las cosas al dos por tres. Solo en casos absolutamente justificados.

Esto se convertirá en un hábito y verás que con ganas, con organización y con afecto todo es posible. Cambiará notablemente tu concepto de tiempo.

En resumen, lo importante es que pases tiempo contigo mismo/a. Que pases tiempo con tu pareja, hijos, familia en general. Que también pases tiempo con tus amigos/as. Que las relaciones humanas sean prioritarias en tu vida.

Las relaciones humanas sanas hacen que no te sientas solo/a y que disfrutes felizmente de la vida.

” En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida.”  Karl Wilhelm Von Humboldt