La paciencia es algo que está desapareciendo en la sociedad y debemos ser conscientes de ello.

Vamos a utilizar una de las definiciones del diccionario, “Calma o tranquilidad para esperar.”

Bien, reflexionemos, ¿cuánta paciencia tienes cuando estás en la consulta de cualquier especialista, o cuando estás en el notario, o comprando una entrada, o cuando se te bloquea el ordenador, o cuando quieres o necesitas algo que, probablemente, consideras urgente?

¿En esas situaciones te muestras tranquilo y calmado, o te va la vida en ello?

¿Y vale la pena?….

Pues empieza a pensar que, aunque el tiempo es oro, el tiempo que dedicas a tu salud mental y física, a tu familia, a tus amigos y a tu bienestar en general, es el tiempo mejor empleado del mundo.

Por otro lado, está el trabajo. Puedes tomar dos caminos, trabajar para vivir o vivir para trabajar. Sí eliges el primero, serás mucho más productivo y feliz. Si eliges el segundo, no tendrás tiempo para nada, serás menos productivo, estarás más triste y, puede que estés rodeado de personas, pero estarás solo.

El tiempo que empleas en dormir también es muy importante, debes conseguir dormir, al menos, 8 horas. ¿Cómo? Seguro que tú tienes la respuesta. Otra cosa es que decidas hacerlo.

Por último, está el tiempo que debes emplear en burocracia, pagos y compras. Debes ser consciente que esos momentos forman parte de la vida. Y que por mucho que te agobies, ni va a ser más rápido ni vas a conseguir nada poniéndote nervioso. ¿Cuál es el truco? PACIENCIA.

Sabes que debes hacerlo cueste lo que cueste y ya estás ahí para solucionarlo ¿Qué más puedes hacer?

Cuando eres consciente de que existen situaciones que no dependen de ti, y que por tanto, nada puedes hacer al respecto, lo mejor y más inteligente es tener paciencia.

“Nuestra vida depende del tipo de pensamientos que alimentamos. Si nuestros pensamientos son pacíficos, calmados y amables, entonces así será nuestra vida.” Thaddeus de Vitovnica.