Aunque la situación todavía no es para tirar cohetes, debemos hacer un gran esfuerzo de fortaleza y empezar a dejar de echar la vista atrás y pensemos más en el futuro.
A lo largo del último año, hemos pasado por todas las emociones, sensaciones y estados de los que somos capaces de soportar los seres humanos; hemos tenido miedo, alivio, hemos estados inseguros y frustrados por la incertidumbre, hemos sido, en ocasiones generosos y en ocasiones egoístas, hemos estado contentos, tristes, disgustados, nos hemos sentido solos, incomprendidos, hemos sido valientes, también nos hemos sentido culpables y a su vez, hemos echado la culpa a los demás, nos hemos aburrido, nos hemos divertido, nos hemos enamorado, nos hemos alterado….
Sí, ha sido, como se suele decir, una montaña rusa en nuestra existencia, pero es importante que nos enfoquemos en el mañana, hasta ahora había poca esperanza y poca ilusión, pero en este momento, existe un pequeño rayo de luz que debe hacer que volvamos a ilusionarnos, a reaccionar, a motivarnos y a prepararnos para la segunda fase de la lucha, la primera era la salud, y aquí continuamos la siguiente es la que te propongas. La razón no es otra que las vacunas, tal vez no sea rápido, tal vez no sea la panacea, pero sí que es un rayo de esperanza que antes no existía, y gracias a ello, podemos seguir con menos miedo, más seguridad, algo de ilusión y verdadera esperanza. Y eso es algo que se nos debe grabar a fuego en nuestra mente, estoy sano, se va solucionando el tema sanitario, ahora es el momento de sacar todas mis fortalezas y enfocarlas a un futuro que cada vez es más cercano.
