A mí, que me gusta leer, una persona de mi confianza me recomendó no hace mucho la lectura de un libro que me ha resultado particularmente interesante. Hablo, en concreto del libro “Lo bueno de tener un mal día: Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”, su autora, Anabel González.
Una de las afirmaciones que ella hace en el mismo, y que a mí me caló, es la siguiente: “Una creencia de la que no nos permitimos dudar es siempre, precisamente por este motivo, falsa. La convicción es lo más contrario que existe a la realidad objetiva. La realidad tiene matices, se puede ver desde distintas perspectivas, y éstas pueden evolucionar”.
En mi búsqueda de pareja estable nunca he contemplado la posibilidad de hacer uso de las distintas aplicaciones que se encuentran disponibles al alcance de cualquiera, en la creencia de que no iban a ser útiles para mí por considerar que las mismas dan lugar a una casi absoluta despersonalización de las relaciones humanas y, consecuentemente, una sensación de “mercadeo” de personas que no tiene ningún sentido para mí.
Pues bien, en el afán de contrastar esa creencia e intentando, efectivamente, hacerme una idea más realista al respecto, me he dado un paseo de tres días por una de ellas…una sola, y sólo tres días…he acabado reventada, literalmente. Desgaste de energía total.
Si, como yo, tu búsqueda te la planteas de otra manera…ven a la agencia.
Si prefieres la calma a la inmediatez…ven a la agencia.
Si lo tuyo es el respeto, y no el “todo vale…ven a la agencia.
Si prefieres ser persona a ser mercancía…ven a la agencia.
Si esto de la búsqueda de pareja estable te lo tomas en serio…ven a la agencia.
Si quieres seguridad…ven a la agencia.
Si eres de los que reacciona, y no compartes el modelo despersonalizado en las relaciones humanas…ven a la agencia.
Ven, que te esperamos. Las personas que queremos relacionarnos de otra manera estamos aquí. Ven.
